Conservando el Archipiélago de Humboldt
Ingrid Espinoza León, Directora de Conservación de la Fundación Rewilding Chile.
Publicada en el diario El Pingüino - www.elpinguino.com
Frente a los últimos acontecimientos respecto de un área de conservación marina en el Archipiélago de Humboldt, es clave tener conciencia sobre la importancia de la protección de la naturaleza y las graves consecuencias que un proyecto industrial puede tener sobre la biodiversidad. De avanzar este proyecto, tendría efectos críticos sobre el medio ambiente y repercutiría en el bienestar de todos, impactando el sistema costero insular de la región de Coquimbo, que constituye el hábitat de un sin fin de especies amenazadas, como el chungungo, el delfín nariz de botella, la ballena azul y el pingüino de Humboldt.
El Estado ha invertido en proyectos de restauración ecológica en Isla Choros y Chañaral que son parte del archipiélago de Humboldt, protegiendo las porciones terrestres a través de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Y por otra parte, se pretende instalar proyectos industriales que afectarían los ecosistemas marinos. Es necesario tener claro que los ecosistemas terrestres y marinos están estrechamente relacionados. En las distintas fases de vida del Yunco (Pelecanoides garnotii), por ejemplo, un ave marina en peligro de extinción, esta requiere de las islas para construir sus cavernas y establecer sus nidos pero su alimentación es en el mar, ya que come pequeños peces como sardinas, anchoas, además de crustáceos nadadores. Por este tipo de interdependencias ecosistémicas es que se hace necesario establecer espejos de conservación con una mirada integrada del territorio y maritorio.
Esta semana el gobierno anunció que se presentará una propuesta de polígono ampliado, de 223.200 hectáreas para avanzar en la creación de un Área Marina protegida en el Archipiélago de Humboldt, la cual se presentará al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad durante el último trimestre de 2021. Es fundamental que se logren los consensos necesarios con la ciudadanía y poder avanzar en asegurar la más alta categoría de protección en Chile, ya que se trata de un sitio prioritario para la biodiversidad a nivel mundial, y así avanzar en la protección a gran escala y a largo plazo, asegurando este patrimonio natural para las futuras generaciones.
El gran desafío que tenemos, es que las instituciones del Estado ligadas a temas ambientales puedan actuar con coherencia y objetividad frente a proyectos industriales, y sean capaces de posicionar argumentos técnicos que sean respetados por todos los actores en el contexto de la evaluación ambiental de proyectos de alta complejidad política, social y económica. Finalmente, es el bien común el que debe primar sobre los intereses privados, y el Estado debe ser vigilante y garante de la conservación de la naturaleza, especialmente en estos tiempos de crisis ambiental global.