Estrategias para frenar la crisis climática

Los ojos del mundo hoy están puestos en Glasgow, en una nueva versión de la conferencia más importante sobre el cambio climático. En esta oportunidad, la COP26 tiene como misión acelerar los puntos pactados en el Acuerdo de París de 2015, y así cumplir la meta de mantener el calentamiento global por debajo de los 2° C, y en lo posible de los 1.5° C, para fines de siglo.

Uno de los primeros acuerdos generados durante estos días, fue el compromiso para frenar la destrucción de los bosques, y así “trabajar colectivamente para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para el año 2030”. El pacto involucró a más de 100 países, entre ellos Brasil, Estados Unidos y Chile.

A pesar que aún queda camino por avanzar en esta temática, en nuestro país, La Ruta de los Parques de la Patagonia concentra más del 90% del territorio protegido bajo la categoría de Parque Nacional. La preservación de los ecosistemas en entornos de gran vegetación es una de las mayores herramientas para secuestrar CO2, sin embargo, la ciencia ha demostrado que esta no es la única estrategia que podemos desarrollar para afrontar el calentamiento global.

Las poblaciones saludables de especies de animales salvajes pueden tener un gran impacto positivo —actualmente subestimado y subvalorado— en la reducción y el almacenamiento de carbono. De hecho, investigaciones actuales demuestran que restaurar las poblaciones de animales silvestres a niveles significativos, cercanos a los históricos, puede “potenciar la mitigación del clima”. Esta ciencia se llama: «Animar el Ciclo del Carbono» y diferentes organizaciones internacionales estamos apoyando esta solución a través de una carta abierta que se presentará en la COP26.

Los animales salvajes juegan un rol fundamental en el control del intercambio de carbono entre los ecosistemas y la atmósfera a través de su búsqueda de alimento, redistribuyendo semillas y nutrientes en paisajes terrestres y marinos, así como pisoteando y compactando suelos y sedimentos, como se explica en Supercharging the Carbon Cycle; documento producido por el Secretariado de la Global Rewilding Alliance, con el apoyo de The WILD Foundation, Re:wild, y OneEarth.

Si como humanos logramos sentirnos parte de la naturaleza, como un actor más, seguro avanzaremos hacia la protección de ecosistemas intactos, que son la base misma del almacenamiento de carbono. Si a esto le sumamos la integración de estrategias como el rewilding, un enfoque progresivo de conservación, en el que se trabaja de forma activa en la recuperación de especies, manejando amenazas y restaurando ambientes degradados, podemos comenzar a mitigar las dos grandes crisis de nuestros tiempos: la climática y la de extinción de especies.