Un año para no olvidar
Carolina Morgado, Directora ejecutiva de la Fundación Rewilding Chile.
Publicada en el diario El Llanquihue - www.ellanquihue.cl
Resúmenes de lo que fue nuestro año en fotografías y listas con las canciones más escuchadas comienzan a inundar nuestras redes sociales y es que como cada término de ciclo, nos lleva a analizar lo que se logró en este periodo y qué esperamos para el próximo.
Este año fuimos dejando atrás la pandemia. Si bien sigue siendo un tema sanitario de relevancia, nuestro día a día fue retornando a la normalidad. Vemos con lejanía las cuarentenas, el uso de mascarillas y las prohibiciones de reunirnos y de viajar. Sin embargo, la recuperación de nuestra libertad y vuelta a la normalidad no puede hacernos olvidar sus causas: nuestra relación con la naturaleza. La pandemia fue una evidencia clara de que somos parte de un mismo ciclo de vida y que los desequilibrios nos afectan a todos, sin importar el lugar en que vivamos.
La pandemia fue una evidencia clara de que somos parte de un mismo ciclo de vida y que los desequilibrios nos afectan a todos, sin importar el lugar en que vivamos.
Es por esto, que ante un nuevo año que comienza, es indispensable impulsar y reforzar un compromiso de protección y respeto hacia nuestro patrimonio natural y cultural, incluidos nuestros parques nacionales y todas las comunidades de vida que ellos albergan. Instaurar la restauración ecológica o rewilding como una política de Estado, la protección de nuestra biodiversidad, tanto en la tierra como en el mar, aumentar las áreas de conservación efectiva, prohibir actividades extractivas en las áreas protegidas, reforzando nuestro compromiso a la protección del 30% del planeta para el 2030. Para esto es necesario fortalecer la institucionalidad, gobernanza y gestión de la conservación de la naturaleza, con una mirada que considere las grandes crisis ambientales como prioridad nacional.
Si bien nuestro país avanza en sus compromisos medioambientales como con el cierre de la Fundición Ventanas, la firma del Acuerdo de Escazú, la promulgación de la Ley de Cambio Climático y el anuncio de la Política Exterior Turquesa, situaciones como el paro de los guardaparques y la reducción del presupuesto 2023 para el Sistema de Áreas Protegidas, pone de manifiesto las problemáticas asociadas a la falta de inversión que nuestro país destina a la conservación.
Esperamos que la llegada de un nuevo año nos permita seguir avanzando hacia una política de Estado que tenga como eje central la protección de la naturaleza y que releve la función de ésta frente a las crisis que enfrentamos.