Parque Nacional
Patagonia
Creación del Parque
Fecha de creación: 11 de diciembre 2018
Superficie: 304.527,75 hectáreas (752,504 acres)
Hectáreas donadas: 83.733,41 hectáreas
Ecosistema: Bosque caducifolio de Aysén y Estepa patagónica
Almacenamiento de carbono estimado: 102,6 millones de toneladas métricas
Ubicación: Región de Aysén
El Parque Nacional Patagonia es uno de los proyectos de restauración ecológica o rewilding más importantes de Chile. Está conformado por las ex reservas Tamango y Jeinimeni, y el Valle Chacabuco, sector que donamos al Estado de Chile, y que antiguamente era una de las estancias ganaderas más grandes del país.
El parque es escenario de nuestro programa de vida silvestre impulsado en colaboración con CONAF (Corporación Nacional Forestal), enfocado en proteger a distintas especies entre las que destaca el ñandú, puma y el amenazado huemul.
Historia
En 1995 Kristine y Douglas Tompkins visitaron por primera vez el Valle Chacabuco y se dieron cuenta de la urgente necesidad de recuperar su estado natural y de asegurar su protección. CONAF desde hace años había definido esta área como prioritaria para la conservación, debido a sus ecosistemas tan singulares y biológicamente diversos.
El Valle Chacabuco fue originalmente una de las estancias ganaderas más grandes de la región. Establecida en 1908 por el explorador inglés Lucas Bridges, y luego redistribuida entre las familias locales bajo la reforma agraria del gobierno en 1964, fue apropiada por el gobierno militar de Augusto Pinochet y vendida en 1980 al terrateniente belga Francoise de Smet.
En el año 2004 Conservación Patagónica, una entidad fundada por la familia Tompkins, adquirió, junto al apoyo de diversos donantes, la Estancia Valle Chacabuco de 70.000 hectáreas y durante los años siguientes otras propiedades fueron incorporadas, sumando un total de más de 80.000 hectáreas.
En los años siguientes, llevamos a cabo uno de los trabajos de restauración ecológica o rewilding a gran escala más importantes del país, permitiendo la conversión desde una estancia ganadera a un parque nacional, luego de que en 2018 cediéramos oficialmente este territorio al Estado de Chile, como parte de la gran donación que también permitió la creación de otros 4 parques nacionales y la expansión de tres más.
Valor ecológico
Debido a que se ubica en un área de transición desde los bosques de Nothofagus hacia la estepa oriental, el Parque Nacional Patagonia posee un gran valor ecológico. A esto se suma la cercanía y presencia de numerosos cursos y cuerpos de agua, entre los que destacan los ríos Baker y Chacabuco, además del extenso Lago Cochrane.
Entre las características más importantes se incluyen las formaciones vegetales de la estepa patagónica de Aysén, la cual se encuentra en su máxima expresión en esta área. También destacan las grandes extensiones de bosques andinos patagónicos presentes en los sectores altos y de faldeos asociados a cuerpos de agua, los cuales contienen en su gran mayoría, tres especies del género de las hayas (Nothofagus): la lenga, el ñire y el coigüe. Las lluvias pueden alcanzar los 200 milímetros al año, produciendo bosques densos, llenos de nutrientes. Estos bosques son hogar de 370 tipos de plantas vasculares, las cuales son vitales para la supervivencia de la fauna circundante.
El Parque Nacional Patagonia alberga y protege los más altos niveles de biodiversidad que se encuentran en Aysén. Todas las especies nativas de la región, desde los cóndores andinos, hasta los guanacos y los pumas, están presentes. El parque además protege grandes extensiones de hábitat del huemul, especie icónica que se encuentra en peligro de extinción, y que es parte del escudo nacional de Chile.
Infraestructura de uso público
En 2006, y con la generosa colaboración de diversos donantes, comenzamos la construcción de la infraestructura de uso público del Parque, poniendo especial esfuerzo en asegurar su calidad y estética. Las edificaciones fueron construidas a partir de piedras locales y maderas recicladas, inspirada en el estilo arquitectónico de la Patagonia de los terratenientes ingleses de la década de 1880. El estilo y materialidad quiso reflejar un compromiso con la durabilidad y la sustentabilidad.
La infraestructura de uso público del parque está compuesta por lodge, restaurante, áreas de camping, un centro de visitantes, casa museo Lucas Bridges y una red de senderos de más de 250 kilómetros.
El parque además cuenta con un innovador sistema energético híbrido (hidráulico y solar), con 280 paneles solares y dos turbinas que permiten disminuir el uso de hidrocarburos, proveyendo de energía renovable al centro administrativo. Esta iniciativa es la única en su tipo dentro en un Parque Nacional del país.
Hoy en día el hotel y restaurante son administrados por un concesionario, la empresa chilena Explora.
Vida Silvestre
Considerando la importante conversión que implicó el cambio del uso de la tierra desde una estancia ganadera, a un área de conservación de más de trecientas mil hectáreas, nuestra fundación implementó un programa de monitoreo de vida silvestre, enfocado en las especies icónicas del parque, como son el puma, cóndor, ñandú y el amenazado huemul. Este programa continúa hoy luego de haber donado las tierras y es impulsado en colaboración con CONAF (Corporación Nacional Forestal). La conservación y monitoreo de largo plazo de estas especies, como indicadores de la salud de los ecosistemas, se convirtieron en una tarea permanente.
Nuestro programa de vida silvestre se ha enfocado en la recuperación de los ecosistemas que se habían degradado producto del sobrepastoreo y en el monitoreo de las especies y el aumento de sus poblaciones, ya que a pesar de estar todas presentes, algunas de ellas tenían muy bajo número y densidad.
La reconversión de este territorio se realizó a través del despliegue de una serie de acciones de manejo activo o rewilding, entre las que destacan:
- Retiro de más de 600 km de cercos y postes que excluían y limitaban el desplazamiento de especies como el guanaco
- Remoción gradual de más de 25.000 cabezas de ganado
- Control de amenazas con énfasis en áreas prioritarias para el huemul como objeto de conservación
- Control activo de especies exóticas invasoras como la rosa mosqueta y pinos
- Acciones de protección efectiva y monitoreo de predadores (pumas y zorros)
- Implementación de medidas de mitigación del conflicto entre predadores y ganadería ovina
- Medidas de reforzamiento poblacional de especies con alto riesgo de extinción local, como el ñandú
Hoy este extraordinario territorio ha restablecido las relaciones primigenias entre especies y ecosistemas. Conoce más sobre nuestro programa de vida silvestre acá.
Restauración de la estepa patagónica
Poco tiempo después de comprar la Estancia Valle Chacabuco en 2004, inauguramos el programa de recuperación de la estepa patagónica. Ochenta años de sobrepoblación de ovejas y vacunos sobre los frágiles pastizales del valle, los cuales no son aptos para criar ganado, terminaron dejando manchones de especies invasivas, pastos débiles y zonas estériles. La exclusión paulatina del ganado, el retiro de cercos, y la siembra de coirón permitieron la restauración de la estepa.
Bajo la dirección de un ecólogo de restauración, se recolectaron muestras de suelo para desarrollar planes de manejo en diferentes áreas. A través de un programa de voluntariado se recolectaron semillas de pastos nativos, especialmente de coirón, para resembrar en las zonas que fueron fuertemente dañadas dando paso a uno de los proyectos de restauración de pastizales más extensos del mundo.
Vinculación comunitaria
Reconociendo que el destino a largo plazo de las áreas protegidas depende en gran medida de la conexión con las comunidades locales, desarrollamos diversas iniciativas para vincular a las comunidades con su patrimonio natural.
Programa Educación al Aire Libre
Como parte del proceso de creación del Parque Nacional Patagonia se implementó una innovadora iniciativa para acercar el parque a la comunidad. El programa de Educación al Aire Libre, establecido en 2014 con el apoyo de una fundación ambiental norteamericana, permitió que cientos de niños y jóvenes de Cochrane y Chile Chico realizaran visitas al parque para aprender conociendo sus ecosistemas.
Durante los ocho años de ejecución de este programa, generaciones de estudiantes del liceo Austral Lord Cochrane, de la ciudad vecina al parque, caminaron la red de senderos del actual Parque Nacional Patagonia, acampando y aprendiendo de su naturaleza. Asimismo, estos jóvenes participaron en los programas de conservación del huemul, cóndor y ñandú. El programa de vinculación tuvo un positivo impacto en la comunidad y ha seguido siendo gestionado de manera local por el Liceo Austral Lord Cochrane y un equipo de monitores ambientales.
El programa fue destacado por el Ministerio de Educación en la web de Liceos Bicentenarios, como un ejemplo de Buenas Prácticas.
Ruta del Huemul
Por una década patrocinamos la Ruta del Huemul, actividad que nació para acercar la excepcional ecología de la región a las comunidades locales, y para que conocieran el hábitat de esta especie amenazada.
La caminata duraba dos días y los primeros años finalizaba con un gran asado para celebrar el esfuerzo de los participantes. Hoy la actividad se ha convertido en un verdadero atractivo turístico de la zona, y es organizada por la Municipalidad de Cochrane, convocando a más de 100 entusiastas anualmente.
Programa de voluntariado
La transformación de estancia a parque nacional fue apoyada con un extenso programa de voluntariado donde participaron más de 750 personas de Chile y el mundo. Estos ayudaron con la extracción de especies exóticas como la cicuta y la rosa de mosqueta, como también con el retiro de más de 600 kilómetros de cercos que permitió a la vida silvestre desplegarse libremente por el área.
El trabajo voluntario también fue clave para controlar pinos invasivos, de los cuales más de 12.000 unidades fueron removidos del hábitat del amenazado ciervo huemul. Asimismo, colaboraron con el desmantelamiento de edificios viejos y otra infraestructura que no servía para la operación del parque, rescatando materiales reutilizables.
El trabajo de voluntariado se ha mantenido en el tiempo, en actividades más específicas como colaboración en investigaciones y diversas tareas en el centro de reproducción del ñandú.
La huerta orgánica que funcionó en el parque a lo largo de todo el periodo de construcción de este, también recibió a voluntarios de todo el mundo, quienes buscaban aprender sobre agricultura biointensiva y sobre los desafíos que implica cultivar en una región donde el 80% de los alimentos consumidos son importados desde el norte del país. Dicha huerta, que abastecía de alimentos frescos a los trabajadores y al restaurante del parque, destacaba por equilibrar la productividad con la belleza, y por producir anualmente más de 3,5 toneladas de alimentos en un espacio muy reducido, utilizando sólo compost fabricado con los desechos de las casas y el restaurante, cultivando más de 35 variedades de hortalizas y unas 20 especies de flores y hierbas medicinales.
Campañas
El trabajo en los territorios donde hemos colaborado en la creación de parques nos ha llevado a desarrollar diversas campañas que se relacionan con la defensa del lugar, como también, el impulsar visiones territoriales innovadoras que promueven la conservación y la belleza. Es así que en el año 2007, periodo en que nos encontrábamos construyendo el Parque Patagonia, nos unimos en una gran coalición, Patagonia sin Represas, de más de 80 ONGs y el apoyo ciudadano a nivel nacional y regional, para detener el proyecto HidroAysén, que pretendía construir grandes represas en la Patagonia chilena.
En otra línea de trabajo, hemos impulsado la idea de designar como ruta escénica distintos sectores de la Ruta de los Parques de la Patagonia, como el camino que atraviesa el Parque Pumalín y el Parque Patagonia, caminos que destacan por su belleza y biodiversidad. Trabajando en forma colaborativa con la Dirección de Vialidad, en talleres participativos y de recopilación de antecedentes, se creó en agosto del 2017 el primer documento Instructivo de Ruta Escénica de nuestro país, documento mediante el cual se busca definir y homologar conceptos, criterios, y procedimientos que permitan identificar y seleccionar rutas administradas por la Dirección de Vialidad que posean una vocación turística y escénica y propiciar una gestión de las mismas.
Más información del parque aquí