Científicos publican caracterización inédita de la biodiversidad marina en Bahía Inútil de Tierra del Fuego

Bahía Inútil, en la costa occidental de la isla de Tierra del Fuego, es una extensa ensenada de costas planas a la que un camino costero conecta con caseríos y pequeños asentamientos, como Caleta Rosario, Onaisin, Villa Cameron y Timaukel. Es territorio ancestral de selk’nam y kawesqar y tierra de estancieros, pescadores y, antiguamente, buscadores de oro. El capitán inglés Phillipe Parker King -antecesor de Robert Fitzroy y su naturalista invitado, Charles Darwin, al timón del bergantín Beagle- la inscribió en los anales de la toponimia porque no pudo recalar en ella para protegerse de las tempestades del canal Whitesound y el paso Boquerón.

Pero de inútil, nada. La reciente publicación científica “Marine Biodiversity in Inútil Bay (Tierra del Fuego): Patterns of Zooplanktonic and Benthic Assemblages”, liderada por Fundación Rewilding Chile, exhibe los resultados obtenidos en distintos puntos de muestreo, tanto interiores, como exteriores de la bahía.

La expedición emprendida en julio de 2024 a bordo de la embarcación “Huracán”, el equipo sorteó las dificultades climáticas propias del invierno, con varios días fondeados en Isla Dawson debido a los vientos. Pero los objetivos superaron las expectativas. “La biodiversidad del sector es impresionante, sobre todo en los sedimentos del fondo marino. Como en una pirámide: mientras más abajo, más vida”, comentó Mathias Hüne, director del Programa Marino de la fundación.

Foto: Mariano Rodríguez

Larva de pez hielo | Foto: Mauricio Landaeta y Tamara Segovia

Larva de pez hielo | Foto: Mauricio Landaeta y Tamara Segovia

Mathias Hüne | Foto: James Alfaro

Foto: James Alfaro

Foto: Mariano Rodríguez

Larva de pez hielo | Foto: Mauricio Landaeta

Américo Montiel | Foto: Jonathan Poblete

Mathias Hüne | Foto: James Alfaro

Foto: James Alfaro

El estudio es uno de los pocos que abarca tanto al zooplancton como a las comunidades de las profundidades marinas y las que están asociadas a los fondos blandos,. Se usaron tres metodologías: una red bongo para el zooplancton presente en la columna de agua, un robot submarino controlado remotamente (ROV) para registrar la fauna bentónica y un sistema de draga para muestrear las especies presentes dentro del barro.

“La combinación de las tres permitió una caracterización más completa de los ensambles de los fondos marinos con una mayor cobertura de hábitat. Pudimos detectar especies muy móviles, que suelen evadir otros métodos de muestreo, y a aquellas asociadas al sustrato o enterradas en él”, explicó Hüne.

“Se logró identificar muchas especies de invertebrados marinos, sobre 100 especies diferentes, de pequeño tamaño, invisibles al ojo humano, como gusanos marinos, caracoles, almejas. También animales que habitan en fondos limoso-arenosos. En la playa compuesta por rocas y grava habitan animales como estrellas de mar, cangrejos y también gusanos marinos”, complementó Daniel Pérez, biólogo marino y tesista de magíster de la Universidad de Magallanes.

“La biodiversidad del sector es impresionante, sobre todo en los sedimentos del fondo marino. Como en una pirámide: mientras más abajo, más vida.”

Mathias Hüne, director del Programa Marino de la Fundación Rewilding Chile.

Con una trayectoria de décadas como investigador de la ecología marina antártica y subantártica y habiendo él mismo conducido expediciones en el sector, el académico de la Universidad de Magallanes, Américo Montiel, resaltó la enorme biodiversidad de organismos presente en un área de libre acceso, en la que se desarrollan actividades extractivas de recursos marinos como centolla, cholgas y erizos.

“Dentro del campo de la exploración ecológica en la región de Magallanes existen sectores que presentan poco o casi no cuentan con información. Bahía Inútil es una de estos. Ahora, en términos concretos, se ha levantado una gran cantidad de información ecológicamente relevante, desde cuántas especies hay hasta sus patrones de distribución y biomasa”, indicó.

Entre los hallazgos, el análisis de los sedimentos detectó casi 150 taxones o categorías con predominancia de los poliquetos, un tipo de gusano que desempeña un rol importante en las cadenas tróficas marinas y en el reciclaje de materia orgánica. Y, entre los crustáceos, krill, medusas y otros individuos flotantes de las corrientes marinas, se encontró una larva de pez hielo que ya es parte de la colección de vertebrados marinos del Museo Nacional de Historia Natural de Chile por tratarse del primer registro en la literatura de esta especie en un estadio temprano.

La importancia de Bahía Inútil.

Los estudios anteriores en Bahía Inútil han sido muy escasos y con alcance limitado; por ejemplo, se sabía de los componentes y la biomasa del zooplancton pero sólo en un punto de la bahía, por lo que faltaba una cobertura espacial amplia que informara sobre su verdadera riqueza. “Los datos obtenidos no solo aportan un conocimiento fundamental sobre la biodiversidad y dinámica ecológica del área, sino que también constituyen una base sólida para la toma de decisiones informadas relacionadas con su conservación”, puntualizó Hüne.

Además de las consecuencias que el cambio climático está dejando en las aguas del mundo, Bahía Inútil enfrenta amenazas locales como la sobrepesca y los microbasurales y otras potenciales como la instalación de industrias generadoras de energía. De hecho, en 2023, el sector fue identificado en el Foro para la Conservación del Mar Patagónica y Áreas de Influencia como uno de los ocho macro-ecosistemas patagónicos con nula o bajísimo nivel de protección, entre ellos las costas y fiordos de Chiloé, los fiordos de la Patagonia Central y la bahía Nassau Hornos.

“Bahía Inútil es muy representativa del ecosistema patagónico, es un lugar que alberga grandes poblaciones de camarones, recursos bentónicos y bosques de kelp, que constituyen recursos alimenticios para muchas especies. La presencia de una colonia de pingüino rey y otros mamíferos es reveladora de su importancia ecológica. También es un lugar posible de gran inmovilización de carbono y, según mis investigaciones, está altamente conectada con las áreas marinas de Seno Almirantazgo”, enumera Américo Montiel.

En definitiva, estos resultados, en conjunto con otras herramientas en desarrollo, serán cruciales para justificar la creación de un Área Marina Protegida en Bahía Inútil, asegurando la conservación y el manejo sostenible de este ecosistema único.

Puede conocer más sobre este estudio publicado en la revista Diversity:
https://www.mdpi.com/1424-2818/17/11/763